Tratamientos de enfermedades alérgicas

Los antihistamínicos son los fármacos más empleados en el tratamiento de las enfermedades alérgicas y actúan inhibiendo los efectos de la histamina. Para el tratamiento del asma bronquial se utilizan inhaladores con fármacos broncodilatadores, frecuentemente asociados a corticoides. Los broncodilatadores actúan relajando la musculatura del bronquio y es recomendable que todos los pacientes los lleven consigo para utilizarlos siempre que sea necesario. Los corticoides son medicamentos de gran trascendencia, tanto por su eficacia como por los diversos efectos secundarios que pueden provocar. Están indicados para el tratamiento de las manifestaciones broncopulmonares, óculo-nasales y cutáneas de diversas enfermedades alérgicas, así como para el tratamiento de urgencia de las reacciones graves, junto con la adrenalina. En la actualidad se dispone también de fármacos biológicos para el tratamiento de enfermedades alérgicas graves. Además de los tratamientos convencionales para los procesos alérgicos, existen técnicas de medicina complementaria y alternativa, las cuales no han podido demostrar una clara eficacia. La vacunación con extractos alergénicos es un tratamiento que, además de mejorar los síntomas de la enfermedad y reducir las necesidades de otros medicamentos para su control, puede ser capaz de detener la progresión de la enfermedad alérgica.

• Conjuntivitis alérgica
• Vasculitis alérgica
• Rinitis alérgica
• Infecciones frecuentes de garganta
• Reacción anafiláctica
• Infecciones de vías respiratorias de repetición (o recurrentes)