Médico Internista, Inmunólogo y Alergólogo.
Especialista en Enfermedades Alérgicas, inmunológicas, inmunodeficiencias primarias y secundarias.
Mi compromiso es ayudarte a recuperar tu salud.
Miembro del Consejo Nacional de Inmunología Clínica y Alergia
El diagnóstico se suele obtener basándose en los síntomas, el examen físico del paciente indagando sobre los últimos acontecimientos en la vida del paciente justo antes de sufrir la reacción alérgica. En algunos casos se puede identificar la causa de la alergia a partir de su historial médico y los síntomas, y después confirmarlo con pruebas.
Existen diferentes opciones para las pruebas de alergia, como análisis de sangre, pruebas de punción cutánea, pruebas de exposición oral con alimentos y pruebas de provocación. Podrá decidir, junto con nosotros, qué prueba es la más adecuada en su caso. Una vez realizada la prueba de alergia elegida, revisaremos los resultados junto con su historial médico para poder determinar un diagnóstico preciso.
Mediante la inmunoterapia tratamos la causa subyacente de la enfermedad alérgica y ofrecemos una mejora a largo plazo reprogramando el sistema inmunitario para tolerar mejor la exposición a determinados alérgenos.
El tratamiento del asma debe seguir un plan global, consensuado entre el médico y el paciente. El objetivo del tratamiento es mejorar los síntomas, mantener una función pulmonar normal o casi normal, prevenir las agudizaciones y tener una buena calidad de vida.
El tratamiento del asma tiene como objetivo mejorar los síntomas del paciente y evitar las crisis asmáticas. Se debe ajustar periódicamente, de una forma escalonada en función de la gravedad y el control de los síntomas.
Para diagnosticar la dermatitis, se pregunta acerca de sus síntomas y se examine la piel. Es posible que se deban extraer una pequeña parte de piel (biopsia) para analizarla en un laboratorio a fin de descartar otras afecciones.
La realización de pruebas con parches en la piel. En esta prueba, se aplican pequeñas cantidades de diferentes sustancias a la piel y luego se cubren. Se examina la piel durante las visitas de los siguientes días para buscar signos de una reacción. Las pruebas con parches pueden ayudar a diagnosticar tipos específicos de alergias que causan la dermatitis.
La urticaria es una erupción cutánea común ocasionada por muchos factores, como ciertas comidas, algunos medicamentos, estrés y algunas enfermedades autoinmunes.
Los síntomas incluyen la aparición de ronchas rojas o del color de la piel, levantadas y que causan comezón en la superficie de la piel.
El tratamiento de la urticaria dependerá de la causa que lo origina, por lo que la valoración por parte del alergólogo es fundamental.
Los beneficios de tratar la urticaria es controlar los molestos síntomas de la comezón, además de identificar la causa que la origina, las cuales pueden ir desde enfermedades alérgicas hasta enfermedades autoinmunes.
El tratamiento de la urticaria dependerá de su causa, pero puede ir desde tratamiento con medicamentos tomados vía oral o inyectados, dependiendo de la severidad de los síntomas y la causa de la misma.
Es un protocolo de estudio que permite establecer el estado físico y la historia médica que conlleva al establecimiento de un plan pre, trans o postoperatorio con fines de reducir las complicaciones de un evento quirúrgico, el cual debe ser llevado por un medio especialista en medicina interna. Para su realización se solicitan unos estudios preoperatorios para poder realizar una valoración completa del paciente.
Tiene el objetivo de prevenir o retardar la aparición de enfermedades mediante la protección específica en personas mayores de 40 años, objetivo que sigue vigente en esta población con la aplicación de vacuna antineumocócica en los mayores de 60 años y contra la influenza en todo mayor de 50 años.
Las vacunas contra influenza y Neumonía Neumocócica se aplican durante la temporada pre-invernal e invernal que inicia en el mes de septiembre y concluye en el mes de enero del siguiente.
Los trastornos por inmunodeficiencia pueden afectar cualquier parte del sistema inmunitario. Casi siempre, estas afecciones se presentan cuando glóbulos blancos especiales, los llamados linfocitos T o B (o ambos), no funcionan de manera normal o cuando el cuerpo no produce anticuerpos suficientes.
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